Los distintos gastos y los impuestos por comprar una vivienda pueden superar en conjunto el 10% del precio del inmueble.

Antes de desembolsar la ingente suma de dinero que te piden por tu casa nueva hay que echar cuentas. Sobre todo, cuando la compra se realiza con dinero prestado por el banco ya que cuando se adquiere una vivienda no sólo hay que mirar el precio de la casa, sino que hay que sumarle los gastos de la compra, para evitar sustos en el notario.

Si tienes 100.000 euros disponibles, aunque quieras comprar al contado, tendrás que buscar una casa cuyo precio sea inevitablemente inferior a esa cantidad. Porque el coste del piso solo representa una parte de la operación. Existen otros gastos -independientemente de que se solicite un préstamo hipotecario o no- que encarecen la compraventa. La cantidad no es fija, aunque los expertos coinciden en que suele superar el 10% del valor del inmueble que los compradores normalmente calculan. Las variaciones dependen de si se trata de vivienda nueva o de segunda mano, de sus características y de si pedimos dinero al banco, entre otras variables.

Impuestos en vivienda nueva o de segunda mano

La vivienda nueva es la que se compra directamente al promotor o sin que hayan pasado dos años desde su finalización. En este caso, hay que abonar el IVA, equivalente al 10% del precio de la vivienda. Además, hay que pagar el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD), un impuesto autonómico cuyo importe varía en función de la Comunidad donde esté ubicada la vivienda, y que oscila entre un 0,5% y un 1,5% del valor de la compraventa.

La vivienda de segunda mano no está gravada con el IVA ni con el AJD, sino con el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que también varía según la Comunidad Autónoma. La media en España es un 8% sobre el valor de la compraventa; las comunidades más caras son Cataluña, Galicia y Comunidad Valenciana, donde alcanzan el 10%. Todas las provincias, sin embargo, prevén bonificaciones. En Cataluña, por ejemplo, se reduce al 5% en caso de familia numerosa, menores de 32 años o minusvalía.

Notaría

Los honorarios no variarán mucho entre un Notario y otro, ya que la ley fija unos aranceles según el valor de la compraventa y del servicio a prestar. Así, para una vivienda de 120.000 euros, el coste sería de unos 390 euros, de acuerdo con el Consejo General del Notariado.

Inscripción en el Registro de la Propiedad

Este trámite es ineludible, por la seguridad jurídica que ofrece al comprador. Para una vivienda de unos 100.000 euros, el precio puede rondar los 200 euros, impuestos incluidos. También en este caso depende de las características de la propiedad, la ubicación y otras variables, y se aplican aranceles fijados por ley.

Hipoteca

Además del coste financiero que supone solicitar un préstamo, hay que considerar que los gastos de notaría y registro se duplican (al tener que inscribir dos escrituras diferentes, una de compraventa y otra de hipoteca), se devenga un nuevo impuesto, el de Actos Jurídicos Documentados (AJD) y además es necesario tasar la vivienda.

La tasación es un paso obligatorio para solicitar un préstamo hipotecario. Se trata de una valoración del inmueble que tiene efecto jurídico y determina el porcentaje de financiación que concede el banco. Por esta razón, solo pueden realizarla empresas homologadas sujetas a la supervisión del Banco de España.

En conclusión, la idea extendida de que el gasto es un 10% sobre el valor de la vivienda no es cierta. Depende mucho del inmueble y de la Comunidad, si es nuevo (IVA más AJD), o de segunda mano (ITP), o de si solicitamos o no hipoteca.